Experiencia del cuento musical y relación con el curriculum

     Hoy,  día 9 de marzo, hemos ido a la ikastola de Irura a contar el cuento musical de la Caperucita
Africana. Hemos empezado el día con mal pie, ya que la hija de nuestra compañera Beronika, la cual va a la clase a la que íbamos a contar el cuento, se encontraba mal y casi no va a la ikastola, Marina e Irati han tenido un percance y se han pasado la parada de tren, así que han llegado hasta Tolosa. Pese a esto, hemos podido seguir con nuestro plan de contar el cuento ya que había tiempo para ensayarlo. 

    Para ensayar hemos utilizado las gradas del frontón público de Irura, y una mujer de la limpieza que llevaba un velo en la cabeza nos ha ayudado a ponernos los pañuelos de la cabeza. Después, hemos realizado dos ensayos y nos hemos dirigido a la ikastola.

      Una vez allí, los niños de 4-5 años ya estaban preparados para escuchar el cuento, y hemos tenido el primer contacto con dos profesoras. Seguidamente, nos hemos sentado en el círculo y hemos empezado. Durante el cuento los alumnos y alumnas han tomado parte ya que teníamos preparadas varias preguntas para que interactuasen. Al acabar les hemos preguntado que les ha parecido y les hemos propuesto dibujar lo que hayan sentido, lo que les haya llamado la atención, lo que más les haya gustado...

     En este primer intento nos parece interesante destacar que no hemos podido poner unos sonidos y unas canciones que teníamos preparadas porque estaban cogidas de YouTube y no había cobertura.

     Mientras estaban haciendo los dibujos les hemos ido preguntando cómo se llaman, qué les ha parecido el cuento, qué estaban dibujando, que les ha gustado... y después de estar un rato con ellos hemos ido a la otra clase dejándoles pintar tranquilamente un rato más. 

    En esta segunda clase había alumnos de 5-6 años, y eso se ha notado en el tipo de respuestas que nos han dado. Al acabar les hemos preguntado qué les ha parecido pero en vez de ofrecerles hacer un dibujo como a la clase anterior, les hemos dado la oportunidad de experimentar con los instrumentos. El que más les ha gustado ha sido el tubo, y pensamos que es porque no es nada conocido y peculiar.

     En este caso, antes de empezar hemos salido para obtener cobertura y poder grabar la pantalla del móvil para que se pudiese escuchar mientras contábamos el cuento.

     En conclusión, pensamos que los alumnos han sabido captar lo que queríamos transmitir y esto nos ha creado satisfacción. Además, nos hemos sentido muy bien acogidos por la ikastola desde el primer momento, tanto por los alumnos y las alumnas como por las profesoras. 

     Después de esta experiencias hemos podido aprender lo que vale el tiempo y que debemos tener una actitud flexible ya que por muy preparadas que tengamos las actividades o los horarios no siempre salen como se quiere, y para ello hay que buscar arreglos en el momento, aunque tenemos claro que tener las cosas preparadas siempre ayuda.

A continuación nos gustaría relacionar la experiencia con el curriculum;

     De acuerdo con lo que pone en el currículum han trabajado las siguientes competencias. Para empezar, la competencia para aprender a aprender: sabe pensar y aprender. A través de la escucha activa del cuento los alumnos tuvieron que comprender el cuento para poder realizar un dibujo en el que se demostraba lo que ellos realmente habían interiorizado. Por lo tanto, trabajaron el pensamiento creativo. 

     En cuanto a la segunda competencia, durante el cuento les ayudamos a participar interactuando con ellos. Por ejemplo, durante el cuento y después del cuento les preguntamos cuales era sus frutas favoritas y si les había gustado el cuento, a ver si conocían el cuento musical, que dibujaban, porqué dibujaban lo que estaban dibujando... de esta manera trabajaron el apartado de comunicar, de forma oral y escrita, con fluidez, autonomía, creatividad y eficacia.

Al realizar el ejercicio del dibujo también pusieron en práctica el apartado de emplear, de forma integrada y armónica, los códigos básicos del lenguaje corporal, del artístico y del matemático.


Respecto a la tercera competencia: Competencia social y ciudadana: Sabe convivir, podemos concluir que dimos la oportunidad de que trabajasen el apartado de conjugar la satisfacción de los deseos propios y ajenos, expresando de forma asertiva sus propios sentimientos, pensamientos y deseos, a la vez que escuchando de forma activa y teniendo en cuenta los sentimientos, pensamientos y deseos de los demás. Pero creemos que se les hizo difícil porque hoy en día no se trabaja demasiado aunque creemos que sea necesario para el desarrollo de la autoestima y de la propia identidad de cada niño.


También, nuestra intención era que cumpliesen la siguiente subcompetencia: Aprender y trabajar en grupo, asumiendo sus responsabilidades y actuando cooperativamente en las tareas de objetivo común, reconociendo la riqueza que aportan la diversidad de personas y opiniones. Pero no fue como nosotros lo habíamos imaginado, aunque al realizar el dibujo interactuaran entre ellos no hicieron un dibujo grupal.


     Respecto a la subcompetencia de comportarse de acuerdo con los principios éticos que se derivan de los derechos humanos y de acuerdo con las normas sociales que se derivan de las convenciones sociales básicas para la convivencia, después de la segunda intervención se respetaron los turnos al dejarles los instrumentos.

En cuanto a la cuarta competencia, la competencia para la autonomía: Sabe ser autorregular su pensamiento y su estilo cognitivo de aprendizaje. Se cumplió la siguiente subcompetencia: autorregular su conducta moral. Tenían que decidir si ayudar a la caperucita o no.


La quinta y última competencia no hemos tenido la oportunidad de llevarla a la práctica.
















     
     

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